LA HISTORIA DETRÁS DE LA EUTONÍA
Gerda Alexander nació en Wuppertal (Alemania) en 1908. El origen y la evolución de su trabajo están vinculados con los acontecimientos de su vida. Su amor por la música, la danza, el teatro fue desarrollado y estimulado en su entorno familiar. La fragilidad de su salud no le permitió desarrollarse en la danza, pues a los 16 años, después de reiterados ataques de fiebre reumática, contrajo una afección cardiaca (endocarditis).
Esta situación, más que alejarla de la expresión artística, la motivó para elaborar una manera de moverse utilizando un mínimo de energía, sin llegar a la fatiga, basándose en la observación de los actos espontáneos de las personas en sus juegos, en sus movimientos naturales.
Esta investigación se basaba en ampliar la conciencia y conducía a una profundización del descubrimiento de si misma. El deseo de Gerda Alexander era ayudar al ser humano a alcanzar una mejor conciencia de su propia realidad corporal y espiritual en una verdadera unidad.
Aunque los médicos le prohibieron todo tipo de actividad, pudo finalizar sus estudios como profesora de Rítmica Dalcroze en Alemania y trabajar en la enseñanza del movimiento y la música. En 1933 se radica en Copenhague (Dinamarca), lugar en el que reside hasta su muerte en 1994.